Y ahora, ¿Quién podrá salvarnos?
- Marielle Lamboglia
- 22 may
- 2 Min. de lectura

Era un día de trabajo como cualquier otro. Estaba llegando a la oficina, encendimos el aire… y en un abrir y cerrar de ojos, todo se incendió. O: mientras reparaban el tanque, de repente todo retumbó. Y, claro, el más escuchado: "Jamás pensé que eso iba a pasar."
Estos y otros comentarios similares son los que hemos escuchado tras los recientes accidentes convertidos en tragedia. Pero, ¿y si el empresario tuviera una bola de cristal? ¿Se pudieran evitar? Por supuesto. Estoy segura de que, honestamente, nadie quiere que algo así suceda en sus instalaciones.
Como no podemos ver el futuro, ¿qué podemos hacer? Compliance. La implementación de un sistema de gestión (se vaya a certificar o no) comienza con un análisis de los requisitos legales y reglamentarios, junto con una evaluación integral de riesgos en todos los procesos. Ahí se identifican riesgos legales, operacionales, de seguridad, tecnológicos y de cualquier otra naturaleza que afecte a la empresa. Se documentan y optimizan los procesos, lo que ahorra tiempo, enfoca los esfuerzos y apoya tanto la estrategia como los valores de la organización.
En este tipo de implementación, típicamente se encuentran requisitos legales o reglamentarios incumplidos —como el Reglamento 522-06 de seguridad y salud en el trabajo—, procedimientos sin documentar y duplicidad de funciones. Esto lleva a optimizar costos, procesos, y a identificar necesidades de inversión en seguridad física (security) e industrial (safety).
Ningún Estado, en ningún país del mundo, tiene la potestad de sustituir la responsabilidad que tiene cada dueño de empresa de velar por la seguridad de sus empleados y clientes. Es responsabilidad de los líderes, directores y gerentes garantizar la seguridad de las personas.
Esperamos que las lecciones aprendidas hoy se conviertan en los riesgos controlados del futuro. Y entonces, ¿quién nos salva? Así como probablemente lo estabas pensando: nosotros mismos.
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